A veces el destino decide por tí y arranca de tu vida a seres muy queridos, de forma lenta, y dolorosa. No hay nada que puedas hacer, nada que puedas decir, solo intentar serenarte y aceptar que su camino se acaba por minutos, ineludiblemente. Cuando esto pasa, no existe ninguna explicación que pueda equilibrar tu estado de ánimo y aliviar tu dolor...Por ello, no estoy de ánimos para ser constante y estructurada en mi nuevo Blog... Todo se reconducirá, pero cuando...eso ya no lo sé...Al final solo somos Dust in the Wind...
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